La piel también sufre en invierno

By | 17 enero, 2014

El invierno es la época en la que nuestra piel sufre un desgaste mayor debido a los cambios bruscos de temperatura. El frío y el aire, hacen que la piel se reseque provocando en algunas ocasiones descamación, grietas e incluso eczema.

piel en invierno

Para que nuestra piel no sufra más de lo necesario a causa de las condiciones invernales te dejamos algunos consejos que te pueden resultar útiles:

  • Ante el frío, conviene taparse adecuadamente con ropa de abrigo, gorros de lana, bufandas y jerséis de punto. Recuerda que tus manos son especialmente delicadas, por lo que requieren una mayor protección.
  • El control del estrés en nuestra vida diaria es esencial para mantener una piel sana y bien cuidada. El estrés puede producir desequilibrios hormonales que afectan directamente a nuestra piel y, a su vez, consecuencias indirectas que también la dañan de algún modo (falta de sueño, fumar, beber).
  • Bebe mucha agua, hidrata tu piel desde el interior. De esta manera retendrá todo su brillo.
  • Hidrata tu piel con la crema hidratante que más de adapte a tus necesidades. Presta atención a las partes más expuestas, como las manos, las uñas, los pies y los labios.
  • Utiliza crema protectora para tus labios, y evita la humedad excesiva. Los labios sufren mucho el frío y tienen a agrietarse, así que no conviene chupárselos si no se desea agravar el problema.
  • A la hora de asearte, ducharte o darte un baño, utiliza jabones neutros y evita el agua muy fría o muy caliente, ya que las temperaturas extremas traumatizan la piel y pueden causar el rompimiento de vasos sanguíneos.
  • Evita los excesos con la calefacción, ya que está emite sustancias que generan la muerte de las células cutáneas y eliminan la humedad natural de la piel, resecándola. Conviene mantener en tu hogar o lugar de trabajo una temperatura adecuada (20 o 21ºC) con una humedad que oscile entre el 40 y el 70%.
  • Protégete del sol. En invierno también estamos expuestos a las radiaciones solares. Los radicales libres siguen actuando en esta época del año, así que no te olvides de los protectores solares.
  • Come fruta fresca, a ser posible con cáscara, pues ahí es donde se almacenan las vitaminas y también verduras, contenedoras de antioxidantes naturales.

 

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